El superhombre sabe como evadir el dolor, evitar las circunstancias que lo producen; fijarse fines y metas en esta vida; trabajar con la razón y el entendimiento por lograr éstas; controlar sus emociones, se cumplan o no éstas metas. Sabe ser fuerte en los fracasos, entenderlos y superarlos. Este superhombre es su propio Dios, depende de su propia fortaleza y de las colectivas; no cree en las supersticiones ni en los hábitos y costumbres que lo autodestruyan y le nublen el camino hacia el conocimiento y su libertad. Observa las injusticias a priori y se pronuncia por las causas justas y además lucha por ellas.